La biopsia de próstata por fusión es un procedimiento médico ambulatorio de gran relevancia en la detección y diagnóstico del cáncer de próstata. Este proceso combina imágenes de resonancia magnética prostática (RMN) con ecografía, permitiendo la obtención de muestras precisas para confirmar o descartar la presencia de esta enfermedad.

¿Qué es la biopsia de próstata por fusión?

La biopsia de próstata por fusión se basa en la combinación de imágenes de resonancia magnética prostática y ecografía transrectal para crear representaciones tridimensionales de la próstata. Esto facilita la localización de las lesiones identificadas previamente en la RMN y la toma de muestras precisas mediante una aguja.

Esta biopsia se recomienda cuando un hombre presenta un antígeno prostático específico (PSA) elevado, un examen de tacto rectal anormal o una RMN prostática que indica la posible existencia de una lesión en la próstata. Para confirmar el diagnóstico, se requiere la obtención de muestras de tejido prostático.

¿Cómo se realiza la biopsia de próstata por fusión?

Para llevar a cabo este procedimiento, es necesario que una RMN de próstata previamente realizada haya identificado una zona sospechosa en la próstata. Las lesiones se evalúan según un sistema de puntuación llamado PIRADS, que determina su nivel de sospecha. Si la RMN revela una lesión indeterminada o sospechosa, se considera la realización de una biopsia de próstata dirigida.

Los dispositivos utilizados para la biopsia de próstata por fusión incorporan software que fusiona las imágenes de la RMN prostática con las imágenes en tiempo real de la ecografía transrectal. Esto permite crear una representación tridimensional de la próstata, lo que facilita la identificación de las lesiones sospechosas para la posterior toma de muestras con una aguja.

Las muestras se pueden obtener a través de dos vías: transrectal (a través del recto) o transperineal (a través del perineo o suelo pélvico). La vía transrectal generalmente se realiza con anestesia local, mientras que la vía transperineal a menudo requiere anestesia o sedación.

Indicaciones para la biopsia de próstata por fusión

Este procedimiento se recomienda en los siguientes casos:

1. Cuando una RMN de próstata identifica lesiones sospechosas o indeterminadas.

2. En pacientes con diagnóstico previo de cáncer de próstata que siguen un protocolo de vigilancia activa, que implica un seguimiento regular con análisis de sangre, RMN y biopsias.

Preparación para la biopsia de próstata por fusión

La preparación incluye la limpieza del recto con un enema la noche anterior a la biopsia y la toma de antibióticos como medida preventiva para reducir el riesgo de infección. La antibioticoterapia generalmente comienza un día antes de la biopsia y puede continuar durante algunos días después del procedimiento.

Se suspenden los tratamientos anticoagulantes y antiagregantes antes de la biopsia para reducir el riesgo de sangrado. La duración de la prueba es generalmente breve, y se realiza de manera ambulatoria, con el paciente permaneciendo en el hospital durante una o dos horas.

Después de la biopsia de próstata por fusión

Tras el procedimiento, se recomienda descansar durante varios días, evitando actividades físicas intensas y manteniendo una ingesta adecuada de líquidos. Puede haber sangrado en la orina, las heces y el semen durante un tiempo después de la biopsia, pero generalmente, las molestias son leves y pueden controlarse con analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno.

Es importante estar alerta ante signos de sangrado significativo, fiebre o retención urinaria y buscar atención médica si estos síntomas se presentan.

La biopsia de próstata por fusión es una herramienta valiosa en la detección temprana y precisa del cáncer de próstata, lo que contribuye a una atención médica más efectiva y un mejor pronóstico para los pacientes.